¿Es la innovación financiera dirigida a los pequeños inversores beneficiosa para ellos?

¿Es la innovación financiera dirigida a los pequeños inversores beneficiosa para ellos?

¿Es la innovación financiera dirigida a los pequeños inversores beneficiosa para ellos?

Las tristemente famosas participaciones preferentes, los ‘depósitos estructurados’, o las hipotecas denominadas en divisas extranjeras, son algunos ejemplos de innovaciones financieras recientes puestas a disposición de los pequeños inversores españoles. En esta entrada me gustaría aclarar cómo las innovaciones financieras pueden beneficiar a los pequeños inversores, para luego evaluar si estos potenciales beneficios se han materializado en el caso de algunas de estas innovaciones recientes.

Un contrato financiero es, esencialmente, una forma de transferir consumo en el tiempo y entre distintos posibles escenarios futuros (o ‘estados de la naturaleza’ en la jerga económica). Por ejemplo, supongamos que Juan tiene hoy un empleo, pero le preocupa perderlo el año que viene. Supongamos también que el único producto de inversión al que Juan tiene acceso es un depósito a plazo, el cual le da la posibilidad de depositar parte de su salario en una entidad financiera a cambio de recibir una determinada cantidad de dinero el año que viene. Este depósito permite a Juan transferir parte de su consumo de hoy al año que viene. Esta posibilidad es atractiva para Juan, porque no está claro que el año que viene vaya a tener el ingreso necesario para realizar ese consumo de otro modo.

Ahora bien, la razón por la que Juan quiere transferir consumo al año que viene es el riesgo de perder su empleo. Si no lo pierde, no le haría tanta falta ese dinero ahorrado, mientras que le sería esencial si lo pierde. Un producto de inversión que ofreciera una alta rentabilidad si Juan pierde su empleo, a cambio de una rentabilidad menor si no lo pierde, permitiría a Juan transferir consumo entre estados de la naturaleza de manera no posible con el depósito a plazo, por lo que se consideraría una innovación financiera. Más aún, esta innovación financiera sería potencialmente beneficiosa para Juan.

¿Son los depósitos estructurados o las hipotecas en divisa extranjera innovaciones financieras que permitan satisfacer demandas de los hogares relativas la transferencia de consumo entre estados de la naturaleza?.

Los depósitos estructurados tienen distintas formas, pero, generalmente, garantizan el 100% del capital invertido y su rentabilidad depende del comportamiento de uno o varios activos. Por ejemplo, un depósito estructurado comercializado a día de hoy por una entidad financiera española ofrece, básicamente, la devolución del capital invertido en un plazo de 18 meses más un interés que es mayor si los precios de las acciones tanto de Telefónica como de Inditex son mayores al vencimiento que en la fecha de suscripción y menor si alguno de los dos precios es menor. ¿Qué hogares están interesados en transferir consumo de escenarios en los cuales o bien a Inditex o bien a Telefónica les va mal a escenarios en los cuales a las dos empresas les va relativamente bien?.

Si pensamos en las hipotecas en divisa extranjera: ¿Qué parejas jóvenes estarían interesadas en que las cuotas de su hipoteca (y, por tanto, su consumo) dependan de la cotización del yen?. ¿A qué riesgo estarían expuestas estas parejas contra el que este instrumento financiero les permitiría asegurarse?.

Ahora bien, que estas innovaciones no satisfagan necesidades de transferencia de consumo entre estados de la naturaleza no implica que sean perjudiciales para los ahorradores. Por el contrario, estas innovaciones podrían ser beneficiosas para los ahorradores si éstos recibieran una compensación atractiva por el riesgo al que se exponen al invertir en ellas. De hecho, el reclamo de las hipotecas en yenes en España era, precisamente, el que se ofrecían a tipos de interés menores.

El problema es que, en muchos casos, a los inversores individuales les es extremadamente difícil determinar el riesgo de productos financieros relativamente complejos y si la compensación que están recibiendo por asumir ese riesgo es suficiente. ¿Cuál es la probabilidad de que los precios de las acciones de Inditex y Telefónica hayan subido a fecha de vencimiento?. ¿Cuándo le será más útil (y cuánto más) el dinero al ahorrador: si el precio de las dos acciones sube o si baja alguno?. Por tanto, podría darse el caso de que inversores individuales acepten compensaciones insuficientes por el riesgo. El problema podría magnificarse si algún intermediario descuidado no detectara esta mala evaluación del riesgo por parte de los inversores individuales (y por tanto no les alertara de ella) o, peor aún, si alguno malicioso sí se apercibiera de esa subestimación del riesgo e intentara aprovecharse de ella mediante un marketing agresivo de la innovación financiera.

¿Qué evidencia tenemos acerca del impacto sobre los inversores individuales de la aparición de innovaciones financieras como las descritas?. No mucha y no muy positiva, como ilustra un artículo de Brian J. Henderson y Neil D. Pearson en el que estos investigadores analizaron unos productos financieros llamados SPARQS, introducidos en EE.UU. en 2001 y similares a un depósito estructurado, y encontraron un resultado impactante: los inversores minoristas que adquirían estos productos financieros estaban pagando por ellos un 8% más que su valor (en concreto, era posible crear una combinación de activos que generara los mismos pagos que los SPARQS -por tanto, con el mismo riesgo y rentabilidad esperada- por un coste de 100 euros, mientras que la entidad emisora cobraba a los inversores 108 euros por los SPARQS). Este margen es bastante sorprendente, pero más aún lo es el que, bajo supuestos razonables acerca del comportamiento de las acciones que determinaban la rentabilidad de los SPARQS, el rendimiento esperado de éstos era, de hecho, menor que el que podía ofrecer un activo sin riesgo. Puesto que los posibles beneficios en términos de transferencia de riesgo entre estados de la naturaleza provenientes de los SPARQS podrían ser, con suerte, pequeños, Henderson y Pearson concluyen que no parece posible que los SPARQS fueran adquiridos por inversores conocedores del riesgo de estos instrumentos financieros. Otros investigadores han encontrado resultados generalmente negativos acerca de los beneficios de productos estructurados para los inversores individuales.

Estudios como los de Henderson y Pearson aportan evidencia indirecta de que los pequeños inversores no son conscientes de los riesgos a los que se exponen al invertir en innovaciones financieras. El aluvión de procesos judiciales en España, en los que los inversores en preferentes o deudores de hipotecas en moneda extranjera han argumentado que no fueron alertados suficientemente del riesgo al que se exponían, puede considerarse (dada la frecuencia de las sentencias en favor de los inversores) como evidencia directa de ese desconocimiento, así como de los potenciales incentivos perversos de las entidades financieras.

Por supuesto, no todas las innovaciones financieras han sido perjudiciales para los hogares. Por ejemplo, las tarjetas de crédito (si bien pueden generar problemas de sobre-endeudamiento a algunos hogares) o los fondos de inversión (aunque reporten beneficios menores que los que uno esperaría) es probable que hayan constituido un beneficio neto para los inversores.

No obstante, los casos ilustrados en esta entrada sugieren que la regulación de la innovación financiera dirigida a pequeños inversores puede ser sustancialmente mejorada.

Fuente: fedeablogs.net

¿Qué tener en cuenta a la hora de cancelar un depósito?

¿Qué tener en cuenta a la hora de cancelar un depósito?

¿Qué tener en cuenta a la hora de cancelar un depósito?

Categoría 'Planificación financiera' en ahorroactivo.wordpress.comAntes de cancelar un depósito hay que pensárselo dos veces y tener en cuenta la comisión de cancelación, que en la mayoría de los depósitos supondrá una disminución en la remuneración final.

Hay que tener las ideas muy claras a la hora de invertir en un depósito, pues hay que estar seguro de que sólo le va hacer falta el dinero cuando finalice el plazo que establece el contrato y no lo necesitará antes.

Los depósitos son productos que conllevan un bajo riesgo, pero una rentabilidad moderada.

Si contrata un depósito y decide (siempre que el producto lo permita), rescatar el dinero de forma anticipada, antes de que llegue a su vencimiento, lo más habitual es que tenga que hacer frente a una penalización por ello.

Factores a tener en cuenta:

  • La letra pequeña: A la hora de contratar un depósito, además de valorar la rentabilidad ofrecida o la vinculación exigida (domiciliación de nómina o recibos), también debe valorar las condiciones que le aplicarán en caso de que decida recuperar su dinero de manera anticipadamente como la fiscalidad, las comisiones de penalización, etc…
  • La posibilidad de cancelación anticipada: No debe confundir los depósitos a plazo fijo con los depósitos estructurados (aquellos cuya rentabilidad suele estar vinculada a la evolución de algún índice bursátil), y en los que muchas veces no se permite la cancelación anticipada. Incluso tratándose de un depósito a plazo fijo, puede que en el contrato se recoja una cláusula en la que quede a voluntad del banco el aceptar o no la cancelación anticipada del depósito.
  • La penalización: En la mayoría de los casos suele ser una reducción de los intereses pactados o una comisión de cancelación, en este último caso deberá tributar por los intereses cobrado en el IRPF (al 21,25% o al 27%), y no podrá deducirse esa comisión como gasto. Según las buenas prácticas bancarias del Banco de España, el importe de la penalización no debe ser superior al de los intereses brutos devengados desde que se contrató el depósito hasta la fecha de cancelación (el contrato fijará la penalización real).
  • Tipos de penalización: Aplicación de una comisión sobre el capital inicialmente invertido o reducción de los intereses devengados hasta ese momento:
  1. Teniendo en cuenta el tiempo que falta hasta el vencimiento del depósito, por ejemplo una entidad le puede cobrar un 3% de cancelación por el tiempo que deja de tener su dinero allí.
  2. Teniendo en cuenta el tiempo transcurrido hasta el momento de la cancelación.
  3. Una reducción fija, como la que ofrece en Banco Pichincha en el depósito a 1 año al descontar el 1% sobre el interés correspondiente.

Consejos:

  • Evite los depósitos si piensa que puede necesitar el dinero y opte mejor por una cuenta de alta remuneración, como por ejemplo la cuenta Coins o por un fondo monetario, ya que no aplican penalización alguna a la hora de retirar el dinero.
  • Tener presente las horquillas de liquidez, pues algunos depósitos contemplan ciertos momentos en los que se evita o se reduce la penalización.
  • Si queda poco tiempo para el vencimiento del depósito, evite cancelarlo en la medida de lo posible.
  • Algunos depósitos contemplan la posibilidad de cancelación parcial (una parte del dinero invertido), sin penalizar el resto de la inversión.
  • Todo es negociable y antes de cancelar un depósito informesé de la penalización que le aplicaría la entidad y de si se puede evitar o reducir.

Fuente: Rankia

Cómo abrir una cuenta bancaria en Suiza

Cómo abrir una cuenta bancaria en Suiza

Cómo abrir una cuenta bancaria en Suiza

Categoría 'Asesoramiento bancario' en ahorroactivo.wordpress.comDesde hace unos años, debido a la incertidumbre vivida en España por la crisis económica, cada vez son más los inversores y ahorradores españoles que optan por abrir cuentas bancarias fuera de nuestras fronteras. Una de las opciones preferidas por los ahorradores es Suiza; al abrir una cuenta bancaria suiza conseguimos dar refugio a nuestro dinero, ya que las cuentas suizas se consideran unas de las cuentas bancarias más seguras.

Las cuentas bancarias de Suiza ofrecen a sus clientes seguridad y privacidad ya que la regulación en Suiza obliga a las entidades bancarias a mantener un registro de sus clientes pero les prohíbe compartir la información con nadie, excepto con el mismo cliente. El secreto bancario en Suiza se rige exclusivamente por el derecho civil, lo que permite a los clientes presentar reclamaciones por daños y perjuicios contra cualquier banco que no mantenga la confidencialidad y privacidad de sus clientes. Sin embargo, todo esto de la confidencialidad esta cambiando debido a sentencias judiciales y a nuevos acuerdos internacionales contra el blanqueo del dinero.

¿Qué hace que nuestro dinero esté tan seguro en un banco suizo?

La protección de los depositantes de ahorros en Suiza se rige por el Acuerdo de Protección de los depositantes de la Asociación Suiza de Banqueros (SBA). La protección de los depositantes es vital para mantener la confianza en el sistema bancario suizo, y por ello, la SBA ha establecido un acuerdo que garantiza, en caso de quiebra de un banco, que los depositantes recibirán rápidamente sus depósitos legalmente protegidos.

Además, como medida de seguridad adicional, la legislación suiza exige una alta solvencia a cualquier entidad financiera, de ahí que los bancos suizos se encuentren entre los más seguros del mundo.

¿Cuál es el procedimiento para abrir una cuenta bancaria en Suiza?

El procedimiento para abrir una cuenta bancaria en la mayoría de entidades bancarias suizas obliga al cliente a cumplir los siguientes pasos:

  1. Demostrar el origen legal del dinero.
  2. Copia autentificada del pasaporte.
  3. Declaración de impuesto, datos de la empresa… documentos que expliquen el origen de sus ingresos.
  4. Información personal básica del cliente: fecha nacimiento, residencia fiscal, información de contacto y nombre.

Además, hay que informar al Banco de España de la apertura de la cuenta en el extranjero a través del formulario DD1 (se puede descargar por Internet). Para la apertura de la cuenta también deberemos presentar el pasaporte o DNI, la última Declaración de la Renta y, si la apertura es por transferencia, el listado de movimientos del banco desde donde se va a realizar.

El primer requisito para que los no residentes en Suiza puedan abrir una cuenta bancaria es que tienen que tener al menos 18 años de edad.

El segundo requisito para abrir una cuenta bancaria en Suiza es el capital necesario. En función de la entidad financiera, el tipo de cuenta y las transacciones que vayan a realizar se exigirá un importe mínimo.

Consultores especializados en clientes de habla hispana como Foster Swiss facilitan todos los trámites necesarios para la apertura de cuentas bancarias personales a distancia y sin necesidad de desplazamientos del cliente desde 1.000 euros de ingreso y teniendo 2 meses para realizarlo, siendo la comunicación a la hora de abrir la cuenta directa entre banco y cliente.

¿Cuánto cuesta abrir una cuenta en Suiza?

Dependiendo del tipo de cuenta que deseemos abrir y de la empresa o despacho especializado al que acuda para realizar dicho trámite el coste de abrir una cuenta bancaria en Suiza será mayor o menor.

¿Qué tipos de cuentas bancarias hay?

Al abrir una cuenta bancaria, es aconsejable contar con un asesoramiento especializado en estos trámites de modo que nos aconsejen qué tipo de cuenta bancaria abrir en función de nuestras necesidades:

  • Cuenta bancaria estándar: personas que desean beneficiarse de los servicios de los bancos suizos, a través de una entrevista con personal del banco y tras verificar su identidad, le aceptará o rechazará como cliente.
  • Cuenta bancaria postal suiza: es la cuenta bancaria más simple que se puede abrir en Suiza, es gratuita si se administra vía Internet, pero debe presentarse en una oficina de correos con el documento de identidad y responder a varias preguntas acerca de la situación financiera.
  • Cuenta bancaria de fondo de inversión: protegen a los inversiones mediante la ampliación de las normas de transparencia y se han reducido los impuesto a pagar para atraer más inversores a un país que ya de por sí es atractivo para guardar el dinero.
  • Cuenta bancaria numerada: el procedimientos para la apertura de este tipo de cuentas es exactamente el mismo que para abrir una cuenta personal o estándar; lo único es que se realizan las transacciones bajo un número o código y no bajo su nombre. Es una medida de seguridad interna para restringir el conocimiento de la identidad del cliente a un pequeño grupo de empleados en el banco.
  • Cuenta bancaria para una empresa: la empresa que tenga su domicilio social en el extranjero y no en Suiza, debe respetar las disposiciones legales de su país de origen. Sin embargo, si el domicilio social se encuentra en un país en el que no realizan ninguna actividad comercial o de fabricación, se les aplican reglas especiales de empresas domiciliarias de Suiza.

¿Cómo ingresar o reembolsar dinero en la cuenta bancaria?

Se puede ingresar o reembolsar dinero en la cuenta bancaria a través de varios mecanismos:

  • Tarjeta de Crédito – Débito.
  • Disposiciones de Efectivo.
  • Cheques.
  • Transferencia Bancaria.
  • Presencialmente en Suiza.

¿Hay una cantidad mínima para abrir una cuenta en un banco de Suiza?

Si que se requiere una cantidad mínima para abrir una cuenta bancaria en Suiza, pero esta varía mucho según el tipo de cuenta bancaria que se abra y según el balance de crédito y depósito de activos del cliente, ya que normalmente los bancos suizos no ofrecen cuentas de ahorro y cuentas corrientes a clientes minoristas con un domicilio en el extranjero.

Se puede abrir una cuenta bancaria desde 1.000 € de depósito, pero para ello será necesario un asesor que nos ayude a encontrar el mejor banco que se adapte a nuestras necesidades.

¿Cómo se realizan transferencias de dinero al banco suizo?. ¿Hay importes máximos?

Para poder realizar transferencias de dinero a nuestra cuenta bancaria, deberemos acudir a nuestro banco habitual y realizar una transferencia internacional a Suiza. La transferencia se llevará a cabo a través de la zona única de pagos en euros (SEPA), que está formada por 33 países, entre ellos Suiza.

No hay límite de importe a la hora de realizar una transferencia a otra cuenta bancaria internacional.

¿En qué banco puedo abrir una cuenta bancaria?

A la hora de elegir en qué banco suizo abrimos una cuenta bancaria, deberemos tener en cuenta que tipo de operaciones vamos a realizar y qué tipo de cuenta necesitamos.

Podemos abrir una cuenta bancaria en Suiza ayudándonos de una consultora internacional Suiza como es Foster Swiss, que nos permite abrir una cuenta bancaria en entidades bancarias y financieras de primer orden. Foster Swiss es especialista en cualquier trámite necesario para poder abrir una cuenta bancaria en Suiza, así como en la elección del banco adecuado a nuestras necesidades debido a su experiencia en el sector bancario. Y la principal ventaja que ofrece, es que con Foster Swiss no es necesario el desplazamiento a Suiza si el cliente no lo desea (ni para realizar ingresos, ni retiradas) sino que lo puede realizar desde el país de origen.

O bien por otro lado, podemos acudir físicamente a grandes entidades bancarias suizas como son UBS o Credit Suisse que controlan el 30% del mercado nacional de depósitos y de créditos.

Fuente: Mejores Opiniones

¿Por qué muchos inversores no deberían invertir en bolsa?

¿Por qué muchos inversores no deberían invertir en bolsa?

¿Por qué muchos inversores no deberían invertir en bolsa?

Categoría 'Fondos de Inversión' en ahorroactivo.wordpress.comMiguel Jiménez, gestor de Renta 4 Nexus y Renta 4 Pegasus, nos indica que el escenario actual está influenciado, más que nunca, por las políticas de los bancos centrales, que han fijado tipos de interés cero en sus tasas de referencia. No sólo eso, sino que además se han comprometido a mantener los tipos de interés en niveles mínimos en los próximos trimestres, incluso aunque hubiesen datos de crecimiento económico mejores a lo esperado. El objetivo es poner un techo a las expectativas de subidas de tipos.

Este entorno económico favorece claramente a los agentes endeudados, mientras que los ahorradores ven cómo disminuye la rentabilidad de sus inversiones ‘seguras’. España ha sido un oasis en los últimos años con respecto a otros países, debido a la guerra de depósitos de las entidades financieras nacionales, que han mantenido los tipos de interés en niveles inusualmente altos.

Ante este escenario, hay una opinión por parte de gestores/estrategas/analistas de aumentar el peso de la renta variable en las carteras de los clientes, como consecuencia de esa búsqueda de rentabilidad que hoy no ofrece la renta fija o los depósitos. Consecuencia de ello es la esperada ‘gran rotación’ desde activos seguros de renta fija hacia activos de mayor volatilidad como es la renta variable o los bonos basura (high yield).

Nuestra tesis de inversión difiere de lo expresado en el párrafo anterior. Si es inversor de bolsa y siempre lo ha sido, por supuesto que nos parece adecuado que siga invirtiendo en la renta variable (seleccionando y diversificando en varias compañías como siempre). Si, por el contrario, se trata de un cliente conservador, no nos parece adecuado invertir en bolsa. Más que nada porque estamos cambiando el perfil de riesgo del inversor y, por tanto, incumpliendo la regla elemental de invertir en función del perfil de riesgo de cada cliente.

No nos olvidemos que la bolsa hoy es tan rentable o volátil (por no decir arriesgada) como ha sido siempre. Las perspectivas hoy son mejores que hace 18 meses… pero por eso el Ibex cotiza en los 10.500 puntos y no en los 6.000 puntos.

Además, independientemente de lo que vaya a hacer la bolsa en los próximos años, sí es esperable un mayor nivel de volatilidad. Llevamos ya casi 5 años desde que la mayoría de las bolsas hicieron mínimos (SP 500 en 666, ahora en 1.850) y hemos tenido poca volatilidad en este periodo alcista. Siguiendo con el SP 500, sólo ha habido 3 episodios de caídas desde máximos > 10% en estos 5 años, ninguno de los cuales se ha dado en los últimos 18 meses. Sin duda alguna, la elevada liquidez mundial ha jugado un papel importante en este comportamiento. Si por tanto es esperable una mayor volatilidad, este inversor conservador se saldrá de la bolsa a la menor pérdida registrada.

¿Qué hacer entonces?. Para conseguir un 5% de rentabilidad hoy, hay que asumir un riesgo que en muchos casos el cliente NO ha asumido en el pasado en sus inversiones. Para un cliente conservador el axioma fundamental debe ser preservación de capital. Un 2% de rentabilidad, que podría parecer una rentabilidad pequeña, puede convertirse en un resultado satisfactorio hoy. No olvidemos que hoy tenemos el menor nivel de inflación en la eurozona de los últimos años (por ello están los tipos bajos), con lo que una rentabilidad del 4%-5% en 2007, pero con una inflación del 3%, arroja el mismo resultado que un 2% hoy en términos reales.

En términos generales, hoy no compensa tomar riesgo, es decir, el riesgo no está pagado como debería, en nuestra opinión. Se trata del poder de la liquidez, pero no olvidemos que la situación actual dista de estar exenta de riesgos, por ello mismo, después de 6 años de crisis seguimos con unos tipos de interés de 0 y sin saber ‘cómo termina la película’.

Fuente: fundspeople.com

Empleados de banca reconocen que se engañó a clientes para vender más productos

Empleados de banca reconocen que se engañó a clientes para vender más productos

Empleados de banca reconocen que se engañó a clientes para vender más productos

Categoría 'Asesoramiento bancario' en ahorroactivo.wordpress.comEra un secreto a voces, pero por primera vez se ha puesto negro sobre blanco. Algunos trabajadores de entidades financieras han reconocido que ‘ha habido engaño’ en la información que se ha proporcionado al cliente a la hora de contratar un determinado producto, según pone de manifiesto el estudio ‘¡Hola banco! Me he informado… tenemos que hablar’ realizado por Asgeco.

La Asociación General de Consumidores recuerda que las entidades deben facilitar a todos clientes explicaciones ‘adecuadas y suficientes’ para comprender los términos esenciales de todo servicio bancario ofertado. Y, señala, hay ‘múltiples factores’ que influyen directamente y ‘condicionan la información’ que recibe el consumidor, entre los que menciona la formación de los trabajadores, la intervención de los intermediarios a través de los que se realiza una venta, el interés del cliente por obtener la información completa y la intervención del notario en determinados productos bancarios.

A todo esto añade la falta de conocimiento especializado por parte de los propios trabajadores en relación con la información que se les proporciona a los clientes de las entidades acerca de los diferentes productos. El estudio de Asgeco incide en el hecho de que la información precontractual que se ofrece a los clientes en la mayoría de los casos ‘no es suficiente’ para tomar una decisión informada y comparar productos similares. ‘Además de no ser suficiente, la información que le llega al cliente, en ocasiones, tampoco es clara ni oportuna, lo cual puede tener consecuencias negativas para él en caso de que se decida a contratar el producto. Esto es desencadenado por la falta de especialización de los empleados’, apunta.

Así, Asgeco entiende que las explicaciones ‘no son adecuadas ni suficientes para comprender los términos esenciales del servicio bancario ofertado y adoptar una decisión informada’. También añade que ‘la fuerte presión bajo la que trabajan los empleados de banca es un tema recurrente para justificar o explicar el porqué de la falta de información veraz en algunos procesos de contratación’. En su estudio, la asociación puntualiza que ‘la imagen que los trabajadores de banca transmiten de los clientes es de cierta irresponsabilidad y tozudez, ya que alegan que tienen en cuenta únicamente el mayor tipo de interés, sin valorar los riesgos que conlleva el producto bancario en cuestión’.

Atender las necesidades de la banca

Según consta en el informe, en los últimos años se ha pasado de atender las necesidades del cliente a atender únicamente las de la propia banca. ‘De este modo, las entidades bancarias se han convertido en empresas que se ocupan de vender el mayor número de productos a los clientes, en lugar de ser empresas que prestan servicios y cubren determinadas necesidades’, añade. Así, insiste en que los clientes suelen recordar ‘con cierta nostalgia’ el tipo de relaciones basadas en la confianza y la fidelidad a una misma oficina bancaria o a un trabajador en cuestión.

Fuente: finanzas.com

Coinc: herramienta de ayuda al ahorrador

Coinc: herramienta de ayuda al ahorrador

Coinc: herramienta de ayuda al ahorrador

Categoría 'Ahorro puro y duro' en ahorroactivo.wordpress.comCoinc, es una herramienta lanzada por Bankinter como apoyo para gestionar nuestros ahorros y ayudarnos a hacerlos crecer.

Funciona como un híbrido entre cuenta corriente y depósito ofreciendo tipo de interés del 1,75% (Enero 2014), sin comisiones, ofreciendo la posibilidad también de crear planes de ahorro colectivos para aquellos que quieran organizar una viaje en grupo, una boda… Aunque la fijación de una meta es una de las características más relevantes de este nuevo proyecto, podemos empezar a operar con esta herramienta con el único objetivo de ahorrar.

Pasos a seguir para utilizar Coinc

  1. Lo primero que debemos hacer es registrarnos en la página web de Coinc para crearnos un perfil y personalizarlo. El proceso es 100% online y los requisitos para poder abrir una cuenta son: ser mayor de edad, residente en España y tener una cuenta bancaria en una entidad española.
  2. Una vez registrados, deberemos rellenar una serie de formularios con nuestros datos personales así como establecer la cuenta desde la cuál realizaremos nuestras aportaciones a la meta de ahorro Coinc. En este sentido, deberemos realizar una primera transferencia para confirmar nuestra identidad y garantizar la seguridad de la cuenta. Esta pequeña transferencia se convertirá en nuestro primer ahorro Coinc. Más tarde podremos asociar nuevas cuentas desde las que aportar dinero a nuestro ahorro.
  3. A continuación, es necesario que subamos una fotocopia de nuestro documento de identidad (DNI) por ambos lados del carnet. Para finalizar la solicitud subiremos una imagen de nuestra firma. Además para comprobar que hemos facilitado nuestro teléfono móvil, nos enviarán un mensaje.
  4. Una vez realizado todo el trámite de registro, podremos pasar a elegir nuestra meta. A la meta que establezcamos le daremos un nombre para a continuación, asignarle la cantidad de dinero que consideramos necesaria, así como una fecha para conseguir dicho ahorro. Podemos elegir elegir desde que entidad enviar el dinero y la frecuencia de las transferencias: mes a mes, cuando podamos… Una vez seleccionados estos parámetros, desde Coinc podremos modificar todas estas características cuando lo consideremos necesario, cambiando la meta o añadiendo nuevas. Asimismo, otros usuarios podrán aportar dinero a nuestra meta, del mismo modo que nosotros podremos aportar a las suyas.
  5. El dinero de la cuenta Coinc puede ser retirado en cualquier momento y transferido a una de las cuentas asociadas a ésta. Para realizar dicha operación, nos enviarán un mensaje a nuestro teléfono con un código que deberemos escribir en la web de Coinc para confirmar la operación.

La principal ventaja reside en que Coinc no cobra comisiones. Podemos disponer de nuestro dinero en cualquier momento, retirándolo cuando más lo necesitemos y realizando nuevas imposiciones cuando lo creamos oportuno. Estas posibilidades no se ofrecen en la contratación de un depósito común, puesto que siempre suelen cobrar comisiones de uno u otro tipo, como por ejemplo de cancelación, mantenimiento… E incluso en algunas se impide realizar imposiciones posteriores a la primera aportación. Además podemos ajustar un plazo a nuestras metas si necesidad de adaptarnos a los vencimientos de los depósitos convencionales.

La combinación de flexibilidad y rentabilidad suponen una de las principales ventajas de Coinc.

Fuente: Mejores cuentas

Para duplicar tu dinero utiliza la regla del 72

Categoría 'Asesoramiento bancario' en ahorroactivo.wordpress.comSe trata de un modo muy simple de calcular aproximadamente cuanto tiempo necesita un capital para duplicarse.

Es tan sencillo como dividir el número 72 por el tipo de interés que obtenemos por nuestro dinero.

La unidad de tiempo que utilicemos para la tasa de rentabilidad será la que apliquemos al resultado.

Unos ejemplos:

Si obtenemos un 4 % anual
72 / 4 = 18
Nuestros ahorros tardarán 18 años en duplicarse

Si obtenemos un 12 % anual
72 / 12 = 6
Nuestros ahorros tardarán 6 años en duplicarse

Si obtenemos un 8 % mensual
72 / 8 = 9
Nuestros ahorros tardarán 9 meses en duplicarse

Es importante darse cuenta que, en una inversión a largo plazo, el doble de rentabilidad no significa el doble de intereses, sino muchísimo más.

La regla del 72 puede usarse también a la inversa, para calcular qué tipo de interés necesitaríamos para duplicar nuestro capital en un período de tiempo deseado.

Por ejemplo, si quiero duplicar mis ahorros en 10 años:
72 / 10 = 7,2
Necesitaré una rentabilidad superior al 7% anual.

Por supuesto, este sencillo cálculo no tiene en cuenta los impuestos inherentes a cualquier inversión ni la subida del nivel de precios.

Recordemos que la inflación afecta negativamente a la rentabilidad que obtenemos, de manera que para obtener la rentabilidad real que supone para nuestro bolsillo una inversión, deberíamos restar a la tasa de rentabilidad el I.P.C. correspondiente.

¿Cómo desterrar el estrés financiero?

¿Cómo desterrar el estrés financiero?

¿Cómo desterrar el estrés financiero?

Categoría 'Planificación financiera' en ahorroactivo.wordpress.comLas responsabilidades laborales, los trabajos de la universidad o las tareas del hogar son algunas de las causas que más provocan estrés en las personas, pero hay uno que puede ser el más perjudicial: el del manejo del dinero. Algunos consejos para controlar esas preocupaciones pueden ser:

El primer paso es elaborar un presupuesto, que permita organizar los gastos y ser conscientes de lo que se puede y no se puede adquirir. Cuando se hace con disciplina al final del mes encontrará no solamente buenos resultados en sus finanzas sino también en su estado de ánimo. Además, tener un plan concreto le ayudará a ser feliz a medida que vaya consiguiendo lo que quiere y puede alcanzar.

Despedir las deudas

Trate de eliminarlas lo antes posible, si no es posible, tenga el control sobre ellas; para lograrlo es necesario que elabore y no descuide el cumplimiento de su presupuesto. Nada produce más angustia y estrés que postergar pagos a sabiendas que los intereses crecerán más y más. Otro buen consejo es que no adquiera otra deuda si no ha terminando con la anterior.

Tener hucha

Un fondo de emergencia es la tabla de salvación para afrontar algún tipo de imprevisto de cualquier naturaleza (accidente, robo, urgencia médica), cuando se queda sin empleo, o simplemente cuando se atrasan en el pago de su sueldo. La espera para atender esos gastos se hace más llevadera si hay dinero ahorrado.

Oídos sordos

En la actualidad las noticias reseñan demasiadas veces que la situación a nivel internacional está mal y es probable que se vengan tiempos peores. No se alarme, por el contrario llénese de confianza. Cada situación es diferentes y hay quienes encuentran un buen negocio o un buen empleo en tiempos de crisis. Usted puede ser esa excepción.

Adquiera un look espiritual

A muchos les funciona para acabar con el estrés financiero, cambiar de actitud. Dejan de pensar en el dinero como lo primordial de la vida y deciden encontrarle un poco de humor a la situación. Otros se entregan a prácticas como la meditación para relajarse.

Piense en otros

Nada puede ser peor de lo que ya es. Hay personas que tienen más necesidades o que están en peores circunstancias. En la medida de sus posibilidades done algo para otros que usted sepa que están es situaciones más difíciles. Eso también ayudará a disminuir el estrés financiero.

Fuente: finanzaspersonales.com.co

Cómo invertir en un mundo incierto

Cómo invertir en un mundo incierto

Cómo invertir en un mundo incierto

Categoría 'Análisis Fundamental' en ahorroactivo.wordpress.comEs fácil creer que el futuro se desarrollará de cierta manera con una alta probabilidad, que los mercados subirán o caerán en el corto o medio plazo, que la inflación o los tipos de interés aumentarán o disminuirán, que la economía europea o norteamericana mejorará o empeorará en los próximos años… pero el futuro invariablemente contradice nuestras expectativas de una u otra forma.

La cruda realidad es que las predicciones rara vez se cumplen, los sistemas de trading nunca producen los resultados anunciados y los analistas, gestores y gurús de la inversión con abultados historiales de acierto pierden su toque justo cuando empezamos a actuar según su criterio. Muchas veces la predicción puede ser incluso correcta en términos generales, pero el evento más inesperado o insignificante puede hacer fracasar nuestras inversiones, por muy concienzudos y lógicos que pudieran ser los análisis.

Una y otra vez fallamos al invertir basándonos en expectativas que no se cumplen, o que lo hacen de forma diferente o en un momento distinto al previsto, y aún así volvemos a repetir el error cada vez que creemos haber encontrado una predicción segura. Pero la certeza no existe en el mundo real, inversores, analistas y economistas disfrutan discutiendo de las fuerzas que inevitablemente conducirán a uno u otro resultado. Hablan sobre fundamentales, análisis técnico, movimientos cíclicos, decisiones políticas, etc… pero todo eso no es más que charlatanería, rara vez nos resulta útil para obtener ganancias consistentes.

Estrategia de inversión para un mundo incierto

¿Por qué seguimos manteniendo la fé en encontrar la forma de invertir con éxito anticipándonos al mercado, cuando la única realidad es que el futuro es impredecible?. No existe ninguna forma de eliminar la incertidumbre, así que sólo podemos asegurar el éxito si la aceptamos y dejamos que forme parte de nuestra estrategia inversora.

Esta estrategia debe basarse en el hecho de que vivimos en un mundo incierto y el futuro es impredecible, por lo tanto debe poder funcionar bien con cualquier clima económico que nos toque vivir. Además no tiene que requerir predicciones de ningún tipo, la estrategia no debe modificarse sea cual sea el estado en el que creemos que está la economía o estará en el corto, medio o largo plazo. Sólo podremos alcanzar la seguridad financiera con una estrategia permanente, que nos permita ocupar nuestro tiempo y nuestra mente en lo que realmente puede hacer crecer nuestra riqueza de forma considerable (nuestro trabajo), o bien en vivir la vida sin preocuparnos constantemente por el devenir de nuestro patrimonio.

La pregunta del millón es, ¿qué productos de inversión pueden cumplir esos objetivos?. Ningún producto por sí solo puede hacerlo, pero la adecuada combinación de ellos sí. Así que el primer paso para poner en marcha la estrategia es crear una cartera balanceada y permanente, que incluya diversificación real. Para los inversores en renta variable diversificación suele significar comprar una veintena de acciones, o añadir a su cartera unas pocas acciones defensivas, algo de renta fija o, en el mejor de los casos, invertir en todo el mercado mediante fondos indexados. Pero esto es poco más que una parodia de lo que significa diversificar, ya que el éxito de la cartera dependerá únicamente de la prosperidad económica y dará muy poca o nada de protección frente a otros posibles escenarios.

Diversificación real con la Cartera Permanente

Diversificación real significa ir más allá de los productos de inversión tradicionales para cubrir cualquier cosa que nos depare el futuro y, además, que la cartera esté compuesta de tal forma que permita obtener ganancias y crecimiento, sin que las pérdidas de unos productos anulen las ganancias de los otros. No se trata de comprar un poco de esto y otro de lo otro, sino de elegir los productos adecuados para cada clima económico. La clave es seleccionar para cada parte de la cartera un producto muy volátil, que cuando gane lo haga mucho y compense de sobra las pérdidas de los otros. Con el paquete adecuado, en lugar de anularse mutuamente las ganancias lo que se anulará serán las volatilidades individuales, dando lugar a unas ganancias sostenidas y estables.

Puede haber muchas formas de componer esta cartera, con productos más o menos adecuados, pero una de las más sencillas, basada en fundamentos económicos y que lleva funcionando como se espera durante más de 40 años es la llamada Cartera Permanente. Consta de sólo cuatro componentes a partes iguales: renta variable, oro, renta fija de largo plazo y renta fija de corto plazo. Su creador, el inversor, escritor y candidato a la presidencia de los EE.UU. Harry Browne, estimó unas ganancias reales (por encima de la inflación) de entre el 4% y el 5%, y justamente eso es lo que ha obtenido la cartera, resultando hasta ahora similares a las de la renta variable pero con mucha menos volatilidad.

Contar siempre con los activos que podamos necesitar

La clave del éxito de la Cartera Permanente es contar siempre con los activos que podamos necesitar algún día. Una vez formada, debemos dejarla funcionar sola y olvidarnos de ella 364 días al año (365 si es bisiesto), confiando en que su seguridad nos protegerá ante cualquier amenaza. Si nuestra cartera no puede proporcionarnos esa confianza, no es una cartera segura.

Quizá pienses que no necesitamos estar preparados con antelación, que es fácil predecir los cambios económicos y reaccionar con rapidez ante cualquier crisis nacional o internacional que pueda ocurrir. Pero cuando los cambios de ciclo o las amenazas parezcan asomar será justamente el momento más caro para comprar los activos necesarios, porque el mercado ya estará pujando por ellos. No importa si se trata de la amenaza de una crisis bancaria, la posibilidad de que un gobierno impague su deuda, una crisis deflacionaria o una inflación desbocada, una vez el mercado es consciente de ello solamente podremos comprar los activos adecuados pagando un importante sobrecoste y vendiendo otros activos a precios de descuento.

Y si la amenaza finalmente pasa o el cambio de ciclo que todos habíamos anticipado no se cumple, como a menudo ocurre, los activos que compramos a precios inflados se derrumbarán y los que vendimos baratos se encarecerán de nuevo, antes de que podamos hacer el cambio. Incluso aunque estemos dispuestos a asumir este sobrecoste es posible que no pudieramos obtener la protección adecuada a tiempo, al ocurrir los sucesos durante el fin de semana, mientras estamos de vacaciones u ocupados en otros asuntos. O los cambios pueden ir sucediéndose tan lentamente que no los tomemos en serio hasta que sea demasiado tarde.

Por todo ello, únicamente podemos estar relajados y confiados en la seguridad de nuestra cartera si esta está permanente preparada ante los imprevistos y siempre es capaz de obtener ganancias sea cual sea el clima económico. La protección constante puede ser costosa y poco rentable si no se prepara adecuadamente, pero mediante la estrategia utilizada en la Cartera Permanente nos puede proporcionar buenas ganancias en el largo plazo con un coste muy pequeño.

Un activo para cada estado de la economía

En la práctica, no necesitamos preocuparnos por cada pequeño movimiento o cambio de la economía, cada sorpresa o consenso fallido de los analistas, nuestra cartera no tiene por qué subir cada día o incluso cada mes, lo importante es estar siempre preparados para los grandes cambios, los movimientos profundos. Estos movimientos cíclicos pueden ser causados por una suma de factores o por uno solo, llegar de repente o poco a poco, pero al final harán que la economía permanezca en uno de los siguientes cuatro estados, ya sea de forma momentánea o por un periodo prolongado:

1. Prosperidad: Es el estado en el que todos estamos felices, los estándares de vida crecen, las empresas florecen por todas partes y el desempleo baja. Este estado fue el predominante desde principio de los años 80 hasta finales del siglo pasado y el mejor activo para rentabilizarlo siempre es la renta variable. De hecho, las acciones empiezan a subir cuando los otros estados económicos están (o parecen estar) cerca de su fin y también pueden beneficiarse de los estímulos económicos para salir de una recesión o depresión, de modo que por muy mal que creamos que está la economía la renta variable puede dar muchas alegrías a nuestra cartera.

2. Inflación: Los precios en general empiezan a subir rápidamente, por un exceso en la oferta de dinero, un encarecimiento creciente de las materias primas que repercute en el resto de la economía o una desconfianza en la divisa. A mitad de la pasada década hubo algunos amagos de inflación y los estímulos económicos de los últimos años también han avivado los temores inflacionistas, pero fue en los años 70 cuando se vivió la mayor crisis inflacionaria. En este estado el activo que con diferencia mejor se comporta es el oro, al ser su principal demanda monetaria y como reserva de valor. De hecho, al contrario de lo que muchos sostienen el oro no se limita a mantener el poder adquisitivo, sino que su precio se multiplica cuando crece la demanda del mismo, como hemos visto en la última década o sobre todo en los 70.

3. Escasez de dinero (recesión): Cuando la oferta monetaria o su ritmo de crecimiento disminuyen de forma abrupta, generalmente a consecuencia de una política monetaria para frenar la inflación, empeoran las condiciones económicas, dando lugar pérdidas empresariales y aumento del desempleo. En estas condiciones la mayoría de activos pierden valor y únicamente el dinero (o productos equivalentes como la renta fija de corto plazo) se benefician de la subida de tipos de interés. Este estado económico es el peor para la Cartera Permanente (y cualquier otra cartera tradicional), no pudiendo compensar las ganancias del cash las pérdidas del resto de activos, pero lo bueno es que suele ser un periodo breve, que rápidamente da lugar a alguno de los otros tres (la mala noticia es que puede ser cualquiera de ellos).

4. Deflación (depresión): Es el estado contrario a la inflación, pero causado por un empeoramiento prolongado de las condiciones económicas, con quiebras y desempleo masivos y un desplome del consumo. En estas condiciones la mayoría de inversiones no son rentables o seguras, el dinero deja de circular y se atesora en los activos de mayor garantía, como los bonos de máxima calificación crediticia por muy bajos que estén los tipos de interés. Sin embargo, la habitual bajada de los tipos de interés (causada tanto por la demanda de activos seguros como por los intentos de los gobiernos para estimular la economía) hace que el precio de los bonos gubernamentales (AAA) de largo plazo se dispare, pudiéndonos proporcionar unas buenas ganancias en la Cartera Permanente (en un momento además donde el poder adquisitivo es mayor). El ejemplo más claro de este clima económico es la famosa Gran Depresión de los años 30 (tras la cual el precio de las acciones tardó décadas en alcanzar el de 1929), pero en los últimos años (2008-2012) hemos sufrido un amago de depresión en la que los bonos AAA de largo plazo han subido en torno al 70%.

Estos cuatro estados económicos no se dan siempre de forma excluyente, pueden solaparse mientras la economía decide hacia qué dirección va, o frenarse, acelerarse o darse la vuelta tras la sucesión de uno o varios eventos, pero en un periodo determinado siempre habrá un estado predominante. El problema es que mientras vivimos dicho periodo no es posible determinar con seguridad en qué estado nos encontramos, al recibir constantemente señales contradictorias y, aunque llegásemos a estar seguros del mismo, no tenemos forma de saber su duración, su final o qué vendrá después. Es por ello que siempre debemos contar con los cuatro activos que cubran cada uno de los periodos, y que estos puedan ser capaces de compensar las pérdidas de los demás.

La Cartera Permanente es neutral en cuanto a las expectativas sobre el futuro

No importa lo probable o improbable que pensemos que pueda ser un estado de la economía (prosperidad, inflación, recesión o depresión) porque, en el caso de que erremos el cálculo, si nuestra inversión se basó en dichas expectativas podremos perder mucho dinero. Incluso hacerlo en el momento menos oportuno. Imaginemos por ejemplo una cartera con sobreponderación de renta variable para una persona que se retirara en 1929, o sin ir más lejos en el 2000. Su nivel de vida se vería inevitablemente reducido justo cuando más necesitaba sus ahorros. Pero una cartera típicamente conservadora en la que predominen depósitos y renta fija también puede ser muy perjudicial ante un crecimiento galopante de la inflación, que podría llegar justo cuando dejemos de trabajar. Y lo mismo si estamos tan convencidos en el final del dinero fiat que invertimos casi todo en metales, pero no llegamos a ver ese final y tenemos que sobrevivir nuestros últimos días malvendiendo monedas de oro.

El futuro es incierto y por ello nunca debemos especular con el dinero que no podemos permitirnos perder. Y predecir las probabilidades de que la economía vaya o no a estar en un determinado estado e invertir conforme a ello es especular, incluso aunque nuestra intención sea dejar todos los ahorros quietos en el banco. Sin embargo, el hecho de que tengamos un planteamiento neutral ante el futuro no implica que debamos renunciar a que nuestros ahorros crezcan, con tasas superiores a la inflación.

La Cartera Permanente, formada por renta variable, oro, renta fija de corto plazo y renta fija de largo plazo, con rebalanceos periódicos, ha obtenido un rendimiento anualizado de casi el 10% desde 1972 a 2012 para la versión medida en dólares (superando en más de un 5% la tasa de inflación oficial); mientras que la versión europea ha ganado aproximadamente un 6,50% desde 1999 (casi un 4,5% por encima de la inflación oficial). Durante todo ese tiempo, los diferentes activos que la componen sufrieron todo tipo de movimientos, que en el corto plazo pudieron anularse entre sí o sumarse, pero en el medio y largo plazo el crecimiento conjunto fue positivo y estable, con muy pocos años de pérdidas y caídas de un solo dígito.

Fuente: Cartera Permanente