El sobreendeudamiento descontrolado nos puede llevar a un círculo vicioso donde reclamaciones, llamadas y morosidad se conviertan en una pesadilla, con consecuencias muy desagradables.
Darse cuenta cuando uno esta sobreendeudado es fácil: si nuestra deuda sobrepasa el 20 por ciento de nuestros ingresos mensuales.
Tenemos que estar atentos a las señales que nos advierten que estamos en sobreendeudamiento: cuando pagamos a crédito compras habituales, cuando solicitamos prórrogas para los pagos, u obtenemos nuevos préstamos para pagar deudas anteriores.